El sistema de transporte basado en un movimiento hacia delante, al mismo tiempo que le imprime un movimiento de rotación, asegura una alta precisión de calibrado al producto, ya que este se posiciona correctamente mientras avanza por el calibrador.
A intervalos regulares se sitúan los calibres, al pasar por estos, la separación entre los rodillos que transportan el producto aumenta, de forma que si esta es mayor que su propio tamaño cae a la cinta de recogida inferior y es conducida hacia el exterior del calibrador.